Control interno
Las empresas necesitan de un sistema interno que les permita asegurarse de que los activos están protegidos, las deudas están reconocidas y que todo ello está registrado en tiempo y de forma que permita entender la situación de la compañía en cualquier momento.
El control interno puede ser desde un sofisticado sistema de ERP hasta un cajón donde ir guardando los albaranes o las facturas; cada uno tendrá un usuario, pero siempre con la finalidad de asegurar que la información sea completa, en el momento adecuado y relevante.
Lo más importante de un sistema de control interno es que, siendo efectivo (cumpla su función), tenga un coste razonable, es decir, que el riesgo que se evite justifique el gasto adicional de poner un control. El famoso «que no cueste más el collar que el perro».
Los sistemas de control deben evitar duplicidades y redundancias, no se trata de poner muchos controles, sino de verificar los puntos débiles de la organización y corregirlos o minimizarlos.
Aunque siempre nos encontraremos con la pregunta de «¿quién vigila a la policía?», la realidad es que todas las empresas tienen debilidades que deben corregir o controlar para evitar problemas o pérdidas que se podrían haber detectado o evitado si se hubiesen establecido los controles pertinentes.
A lo largo del blog, iremos tratando distintos enfoques sobre el control interno para poder alcanzar sistemas que, siendo eficientes, sean lo más completos posible, así como de por qué el exceso de controles es tanto o más dañino que la carencia de los mismos.
- Análisis diseño e implantación de sistemas de control interno
- Cumplimiento sarbanes-oxley y Legal compliance
- Due diligence, revisión contable y financiera en procesos de compraventa
- Asesoramiento, intermediación e intervención en procesos corporativos
- Valoraciones e informes periciales
- Revisión fiscal, legal y mercantil